Estrategias para comprender y afrontar tu dolor
¡Buenas a todos!
El próximo jueves 26 de marzo tendrá lugar en Physial un taller gratuito bajo el nombre“Estrategias para comprender y afrontar tu dolor“, donde os acompañaremos, nuestra psicóloga, Celia Ramos y un servidor.
Siendo este taller una ocasión perfecta para dar unas pinceladas y nociones básicas sobre el dolor y el conjunto de implicaciones que lo acompañan.
Prometo ser breve e intentar ceñirme a un guión muy básico.
La mayoría de vosotros sabréis que tradicionalmente el dolor ha sido dividido, según el tiempo transcurrido desde su aparición, en:
- Dolor agudo: Aquel que no sobrepasa los 3 meses. Suele tratarse de una señal de alarmapara proteger al organismo. Si no hay ninguna complicación, el dolor agudo desaparece con la lesión que lo originó.
- Dolor sub-agudo: Se desarrolla durante 3-6 meses. De similares características al anterior.
- Dolor crónico: Aquel que va más allá de los 6 meses. Puede ser recurrente o constante y no tiene función biológica adecuada. Puede persistir pese a la completa curación de los tejidos.
A estas alturas viene bien puntualizar que:
- El dolor agudo se caracteriza por ser un dolor ÚTIL y con un FIN protector (ejemplo: retirar el dedo al tocar un metal ardiendo o la punta de una aguja). De esta forma entra en juego un sistema de defensa cuyo objetivo principal es evitar un daño tisular.
- El dolor crónico, pese a producirse durante 6 meses en adelante, no implica que sea un dolor incurable que vaya a ser notado el resto de la vida, aunque si es cierto que se ha encontrado una relación de mayor probabilidad a que sea así.
- El dolor crónico NO tiene un carácter tan útil como el agudo y PUEDE sobrepasar el tiempo normal en el que los tejidos deban haber sanado.
Es incluso socialmente conocido que, ante una misma “cantidad de daño”, la cantidad de dolor y sus implicaciones variarán dependiendo de cada persona (un claro ejemplo de ello sería comparar la caída al suelo de un niño pequeño con un placaje en un partido de rugby).
Y aquí llega el principal punto al que quería hacer referencia:
Existen diferentes esferas de las que depende la cantidad de dolor experimentado ante un determinado daño. Siendo las más destacadas:
- Daño en sí mismo: Si vas por primera vez a un dentista, y nunca te han hablado de si suelen o no ser dolorosos, la cantidad de dolor que experimentarás deberá corresponderse a la maestría con la que el profesional ejecuta su técnica, de modo que, si es un gran terapeuta, molestará menos que en el caso contrario.
- Antecedentes: Si la primera vez que acudiste al dentista no notaste dolor, el más probable que la segunda vez (si se realiza el mismo procedimiento en similares contextos) obtengamos el mismo resultado. Igualmente ocurriría en el caso contrario.
- Expectativas: Si vas por primera vez a un dentista, y toda tu familia y amigos llevan tres días enviándote mensajes del tipo “te va a doler”, “yo lo paso fatal”, “ve preparándote para lo que te espera”, etc., irás condicionado a notar una mayor cantidad de dolor.
- Cultura: Existen ciertas connotaciones que pueden matizar la cantidad de dolor entre personas de distintas etnias o razas.
Y para muestra un botón: os dejamos un par de vídeos de los cuales, pese a estar desarrollados en tono de humor, se puede sacar conclusiones muy interesantes.
En el primero vemos cómo dependiendo del contexto, la respuesta ante una caída puede variar:
Y en este segundo, cómo una “cascada de dolor” puede verse condicionada:
Estas son sólo un par de ideas que se profundizarán en el taller del 26 de marzo. Recordaros que hay plazas limitadas y que para asistir debes realizar una reserva; para ello podéis contactar con nosotros a través de nuestro correo electrónico info@physial.es o por los teléfonos 954 988 401 y 618 335 659.
¡Un saludo!
Alejandro Cuevas Moreno
Fisioterapeuta Col. 5.005 I.C.P.F.A.
Director Servicios Sanitarios Physial