Frutas; necesarias y variadas
En este mes vamos a compartir algunas reflexiones sobre el grupo de las frutas.
Son muchos los que preguntáis si es posible tomarlas de postre, ya que han oído que tomar fruta como postre de almuerzo engorda, y que hay que tener mucho cuidado con algunas frutas como el plátano.
En primer lugar, es preciso señalar que el concepto de “engordar” no está muy bien explicado. Si hablamos de aporte de calorías, todos los alimentos, excepto el agua, aportan sus calorías, en mayor o menor medida, pero todos aportan. Son los “ingresos” de nuestro cuerpo, para hacer frente a los “gastos”, que son la actividad física, la actividad de los órganos, el mantenimiento de las funciones vitales, etc. Ese balance global de ingresos frente a gastos es lo que produce que, si los ingresos son muy superiores a los gastos, se vaya “ahorrando” energía, que se almacena normalmente en forma de grasa en los tejidos adiposos (tejidos formados por grasa). Mientras que si con los ingresos de calorías no llegamos a los gastos totales, poco a poco nuestro cuerpo irá perdiendo grasa (tiramos de ahorros) e incluso pérdida de masa muscular, sería como ir pillando los muebles y la estructura de la casa para servir de chimenea. Es, por tanto, un balance global, no se puede decir como tal que una fruta engorde mucho o poco por ello. Hay que prestar atención a los ingresos totales.
Es, por tanto, un balance global, no se puede decir como tal que una fruta engorde mucho o poco por ello. Hay que prestar atención a los ingresos totales.
Nos sorprendería conocer las calorías que aportan las frutas. Dentro de ese grupo, hay frutas que aportan más calorías que otras, pero en general aportan pocas calorías en relación con otros grupos de alimentos. Por ejemplo, 100 gramos de manzana aportan unas 50 calorías, mientras que un plátano puede aportar unas 90 calorías por 100 gramos. Parece mucho en comparación, pero por ejemplo, si lo comparamos con otro grupo alimentario, 100 gramos de lentejas cocidas pueden aportar unas 160 calorías. La diferencia es enorme, de casi el doble. Y dentro del mismo grupo de las frutas, encontramos algunas que aportan muy poquitas calorías, como la sandía, con 30 calorías por 100 gramos, u otras que aportan muchas calorías, como los dátiles, con 280 calorías por 100 gramos. El aporte de calorías va a estar muy relacionado con el contenido en agua de esas frutas. Cuanta más agua tengan (como la sandía), menos calorías van a aportar, ya que el agua no aporta calorías. Otro ejemplo, la naranja, con abundante contenido en agua, aporta unas 47 calorías por 100 gramos.
El aporte de calorías va a estar muy relacionado con el contenido en agua de esas frutas, ya que el agua no aporta calorías.
Como veis, la excusa de no comer fruta de postre por el aporte de calorías no es muy válido. Además, aportan una gran cantidad de minerales y vitaminas, además de fibra, esencial para tener un buen tránsito intestinal. Así que, recuerda:
- La fruta no engorda después de comer, su aporte de calorías es bastante aceptable.
- Hay que tener en cuenta el aporte calórico global para así establecer si existe un exceso calórico que redunde en una ganancia de grasa. Todos los alimentos aportan calorías, excepto el agua.
- El aporte de vitaminas y minerales de las frutas resulta muy importante e interesante, evitando de ese modo diferentes patologías y defendiendo nuestro sistema inmune.
La excusa de no comer fruta de postre por el aporte de calorías no es muy válido.
Así que ya sabes, ¡¡aprovecha!! Elige la que más te guste, la que más se adecúe a ti, intentando que tenga un contenido alto de agua. El abanico es inmenso, ¡¡descúbrelo!!