Sufrir un latigazo cervical o whiplash es uno de los motivos por los que multitud de personas pueden llegar ver afectada su calidad de vida. En esta entrada, exploraremos qué es el latigazo cervical, sus causas y, lo más importante, cómo la Fisioterapia puede ser clave en la recuperación del mismo, así como qué tipo de abordaje recomienda la ciencia en la actualidad para optimizar los resultados.
¿Qué es el Latigazo Cervical?
El latigazo cervical es un mecanismo de energía de aceleración-desaceleración transferido al cuello, resultante de colisiones laterales o traseras, pero también de inmersiones u otros percances que impliquen un impacto directo o indirecto sobre la columna cervical. A menudo, este tipo de lesión ocurre en accidentes automovilísticos, pero también puede surgir durante actividades deportivas o caídas.
Tras sufrir un latigazo cervical se produce una gran variabilidad de posibles evoluciones, siendo posible no tener ningún tipo de síntoma, pero pudiendo también presentar un amplio espectro de manifestaciones: dolor y rigidez cervical, dolor de cabeza, mareos, sensación de inestabilidad, dolor generalizado, adormecimiento por los brazos, etc.
Del mismo modo, la evolución de los pacientes con síntomas es también variable; siendo sencilla en muchos casos, pero habiendo sido demostrado que en torno al 50% de las personas no llegan a recuperarse del todo tras un latigazo cervical, presentando diferentes niveles de discapacidad crónica.
El papel crucial de la Fisioterapia
Una vez descartadas lesiones mayores tales como fracturas que puedan necesitar una intervención médica urgente, la Fisioterapia ha demostrado jugar un rol protagonista en la gestión de la recuperación de los síntomas asociados al latigazo cervical.
El tratamiento dependerá por completo de la fase en la que se encuentre el paciente, de modo que no se realizará el mismo tipo de técnicas en pacientes que han sufrido un accidente hace cuatro días que en aquellos en los que ocurriese hace un mes.
La evidencia actual defiende un tratamiento basado en:
- Ejercicio activo adaptado a cada fase.
- Educación del paciente respecto a su rol en la recuperación; qué y cuánto realizar y qué limitar.
- Comienzo de tratamiento precoz (tras cuatro días).
Siendo así, una valoración y tratamiento fisioterápicos precoces ayudarán no sólo a mejorar el dolor, sino a prevenir futuras complicaciones.
El latigazo cervical no es una entidad que deba subestimarse. En las Unidades MDT de Columna encontrarás una atención fisioterápica adecuada en base a la evidencia más actualizada para ayudarte a superar esta lesión y retomar el control de tu bienestar.