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PODOLOGÍA
UÑA ENCARNADA
Se concede este término a todas las afecciones de la uña que terminan generando un conflicto entre la lámina ungueal y la piel. Este proceso normalmente cursa sin grandes complicaciones pero, en ocasiones, puede llegar a desarrollar cuadros infecciosos difíciles de tratar y, cuya resolución, cursa con la toma de antibióticos y una cirugía que, a menudo, necesita de un gran virtuosismo y destreza por parte del cirujano.
En clínica podemos encontrar uñas encarnadas u onicocriptosis genérica o clásica, producida por el conflicto de la uña con la piel que la rodea, originado por un amplio abanico de causas. También podemos encontrarnos con una nueva vertiente de esta afección denominada retroniquia, la cual se produce por cualquier alteración que cause parálisis repentina del crecimiento de la uña, empezando entonces una nueva formación de lámina, la cual entra en conflicto con la antigua uña, haciendo que esta se nos clave en el nacimiento. Este proceso de retroniquia requiere de la extracción completa de la lámina ungueal para que el cuadro se resuelva.
La cirugía de onicocriptosis o uña encarnada se lleva a cabo bajo anestesia local del dedo o dedos afectos. Con la ayuda de un manguito neumático cortamos la circulación sanguínea para realizar la intervención de manera limpia, y procedemos a retirar la porción de uña que nos produce la afección de manera que ya no vuelva a crecer por esa zona, quedando por tanto la uña ligeramente más estrecha. El tiempo de recuperación suele ser de 14-20 días, y en la gran mayoría de ocasiones el paciente sólo necesita reposo relativo, siendo las primeras 48-72 horas las que requieren de un poco más de restricción. Suele ser una intervención indolora en todo momento y con un alto grado de satisfacción por parte de los pacientes.
Por otro lado, la cirugía de retroniquia se lleva a cabo bajo anestesia local del dedo o dedos afectos. Con la ayuda de un manguito neumático cortamos la circulación sanguínea para realizar la intervención de manera limpia, y procedemos, a retirar la lámina ungueal por completo, pero sin afectar las células matriciales, con la intención de que una nueva uña vuelva a crecer, pero, esta vez sin los impedimentos de ningún tipo de conflicto. Debemos hacer especial mención a que tiempo que necesario para que la nueva uña crezca es de aproximadamente un año. El tiempo de recuperación ronda las 48-72 horas, puesto que no es una intervención que dañe mucho los tejidos, por ello la recuperación e incorporación a las rutinas diarias es prácticamente instantánea.