¿El reposo, amigo o enemigo?
Muchos pacientes nos preguntan si el reposo es recomendable tras una lesión muscular, una tendinopatía o un esguince de tobillo. Incluso muchos de ellos vienen con muñequeras o rodilleras por el simple hecho de que ha empezado a dolerle la articulación y piensan que deben inmovilizarla para que el dolor desaparezca y la lesión se cure.
La respuesta a si la inmovilización o el reposo son buenos para las lesiones y/o el dolor es un rotundo NO, y esto es debido al fenómeno de mecanotransducción.
¿Qué es la mecanotransducción?
La mecanotransducción es el proceso mediante el cual el organismo transforma un estímulo mecánico en una respuesta química.
Es, por tanto, el proceso por el cual se regeneran las estructuras del aparato musculo-esquelético (músculos, tendones, ligamentos, cartílagos y huesos).
Esto es, en gran medida, gracias a la contracción muscular. Pero también gracias a la compresión y a la tracción que sufren los tejidos y articulaciones al soportar cargas pesadas o realizar actividades como andar, correr o saltar.
¿Cómo se produce?
Las células de tallo mesenquimal (células madre del sistema musculo-esquelético), dependiendo del tipo de estímulo que reciben, se transforman en un tipo de tejido u otro. Así, cuando reciben estímulos de compresión tienden a transformarse en cartílago o menisco (estructuras diseñadas para soportar la compresión) y cuando reciben estímulos de tracción tienden a transformarse en tendón o ligamento (estructuras diseñadas para soportar la tracción).
Esto explica por qué algunos tendones crean calcificaciones. El tendón es sometido a un estímulo de compresión por un tiempo prolongado y el organismo desarrolla una “dureza” como mecanismo de defensa: la máxima expresión de la mecanotransducción.
La mecanotransducción es el proceso mediante el cual el organismo transforma un estímulo mecánico en una respuesta química.
¿Para qué nos interesa?
La mecanotransducción es un campo de investigación que está en auge en los últimos años en todas las ramas de la ciencia (Biología, Fisiología, Bioquímica…). El descubrimiento de que el sistema músculo-esquelético se regenera gracias al estímulo mecánico ha supuesto toda una revolución, no solo en las “ciencias moleculares”; sino también en las ciencias de la salud, concretamente en la Fisioterapia.
Hace ya varios años que sabemos que el reposo absoluto es perjudicial en muchas patologías. De hecho, lo más problemático de las lesiones son las secuelas producidas por la inmovilización. Desgraciadamente, aún hay profesionales sanitarios que prescriben reposo a sus pacientes; ya no en lesiones agudas como pueden ser roturas o distensiones musculares, sino hasta en dolores inespecíficos como en el dolor lumbar o cervical, donde la evidencia científica nos muestra que lo único que tiene resultados favorables es el ejercicio físico.
Lo más importante de la mecanotransducción es entender que el ejercicio físico es necesario para el cuerpo. Nuestro aparato locomotor es una máquina diseñada para el movimiento y, como toda máquina, necesita moverse ¿Qué le ocurre a tu coche si lo dejas un año en el garaje? Pues probablemente que cuando intentes cogerlo no arranque.
Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, soportar cargas y tracciones, y ser expuesto a compresiones e impactos. Debemos dejar atrás esos mitos de que al andar o correr las vértebras reciben un impacto que las desgasta, o que los músculos se contracturan y duelen por hacer ejercicio. Esto no sólo es falso, sino que aumenta las conductas de miedo-evitación y favorece el desarrollo de la sensibilización central, de la cual ya hablamos en otra entrada.
El descubrimiento de que el sistema músculo-esquelético se regenera gracias al estímulo mecánico ha supuesto toda una revolución, no solo en las “ciencias moleculares”; sino también en las ciencias de la salud, concretamente en la Fisioterapia.
¿Cómo podemos utilizar la mecanotransducción?
Hay estudios que demuestra que, al clavar una aguja en el tendón, el tenocito (célula del tendón) se enrolla alrededor de la aguja. Tan solo el estímulo mecánico que produce la aguja en el tendón ya es suficiente para estimularlo a regenerase.
En Fisioterapia, desde siempre se han utilizado técnicas que aprovechaban los beneficios de la mecanotransducción, muchas de ellas sin saberlo. Gracias a los avances en la investigación, a día de hoy podemos utilizar la mecanotransducción para mejorar y acelerar la regeneración y curación de las lesiones de nuestros pacientes.
Desgraciadamente aún vemos pacientes a los que, tras sufrir una rotura muscular, se les ha prescrito reposo absoluto durante semanas; lo que ha producido una cicatriz fibrosa y de mala calidad. Hoy en día tenemos protocolos de trabajo en roturas musculares en los que a los 21 días el deportista está realizando actividad deportiva, iniciándose con ellos el trabajo activo a partir del segundo o tercer día, siendo la activación muscular fundamental para su regeneración.
Otro ejemplo sería el caso de la artrosis, donde gastamos mucho dinero en medicinas milagrosas como el condroitin sulfato, el sulfato de glucosamina o el cartílago de tiburón. Sin embargo, la única medicina que entiende el aparato locomotor es el movimiento.
Hasta hace poco se pensaba que el cartílago no se regeneraba. A día de hoy también sabemos que el cartílago es avascular (no tiene aporte de sangre) y que se regenera por imbibición (se nutre del líquido sinovial), y tan solo le llega un 2% de lo que consumimos vía oral.
Los estudios muestran que caminar 4 horas, 4 días semanales ayuda a pacientes con artrosis de rodilla a regenerar su cartílago (lo sé, es demasiado tiempo, pero así es el cuerpo humano). De hecho, la compresión idónea para la regeneración del cartílago articular de la rodilla es la que recibe por el propio peso corporal (en un individuo normopeso), así que… ¿a qué esperas para salir a caminar?
Si tienes dudas o te interesa saber más acerca de la mecanotransducción no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
¡Saludos!
Entrada publicada por Álvaro José Rodríguez Domínguez.